Las habladurías y el descaro se han vuelto demasiado comunes entre los jóvenes de hoy y estos comportamientos parecen molestar a todos los adultos. Comentarios como "No me importa". "No es necesario". "Sí claro." "Vaya cosa." "¡No lo creo!" o "Hazme". de niños de hasta 5 años se interponen en el camino de la comunicación real entre padres e hijos, pero eso no significa que sea un comportamiento aceptable. Si permite que continúe la respuesta negativa, los resultados negativos pueden extenderse como la pólvora. En algún momento, se presentarán los ojos en blanco, la actitud y las palabras que los acompañan. Afortunadamente, los comportamientos irrespetuosos, como lloriqueos, comentarios negativos y descaro son algunos de los comportamientos inapropiados más fáciles de eliminar. Cuando suceda, esto es lo que debe hacer cuando su hijo se rebele o sea grosero verbalmente.
Paso
1. Llame a la conversación en voz alta en el acto
Determina
qué comportamientos consideras irrespetuosos para que tu hijo tenga claro lo
que esperas. Todos los niños resbalan de vez en cuando, pero ¿hay alguna
palabra, frase o gesto corporal irrespetuoso que su hijo usa con bastante
frecuencia? Ese es el comportamiento al que puede apuntar. Y siempre que su
hijo muestre este comportamiento, nómbrelo en el acto. A continuación se
muestran algunos ejemplos de cómo otros padres han hecho esto. Observe cómo su
mensaje aborda solo el comportamiento irrespetuoso y no el carácter del niño:
"Cuando hablo contigo, pones
los ojos en blanco. Parece una falta de respeto y debes detenerte".
"Decirme que me 'relaje'
cuando hablo contigo es inaceptable. No puedes hablar de esa manera".
"Usas una voz quejumbrosa
siempre que quieres algo. Necesitas usar un tono más respetuoso".
Paso
2. Rechace la participación cuando su hijo le responda
Los
estudios sobre el desarrollo infantil revelan que es mucho más probable que los
niños dejen de responder si ven que es ineficaz para llamar la atención. Así
que mantente neutral y no respondas. No suspire, no se encoja de hombros ni se
exaspere. Tampoco engatusar, sobornar ni regañar; tales tácticas rara vez
funcionan y probablemente solo intensificarán el comportamiento. Si es
necesario, mire otra cosa o, si todo lo demás falla, vaya a encerrarse en el
baño. Simplemente rehúse continuar la conversación hasta que su hijo deje de
responderle, y asegúrese de responder de esta manera cada vez. Por lo general,
cuando los niños ven que no vas a ceder, se detendrán. Aquí están algunos
ejemplos:
"Detente. Decirme que no sé
nada es una falta de respeto. Hablaremos cuando hables bien".
"No escucho el descaro. Si
quieres hablar conmigo, habla con respeto. Estaré en la otra habitación".
"Hablaremos cuando puedas
escuchar respetuosamente sin poner los ojos en blanco y sonreír".
Paso 3. Si la respuesta continúa, establezca consecuencias
Suponga
que ha sido claro con sus expectativas, pero el descaro y las críticas
continúan. Ahora es el momento de establecer una consecuencia por la mala educación.
Las consecuencias efectivas son claras para el niño, tienen una duración
específica, se relacionan directamente con el acto irrespetuoso y se adaptan al
niño. Una vez que lo establezca, aplíquelo constantemente y no retroceda. Para
los reincidentes, es mejor desarrollar un plan escrito que esté firmado por
todos los involucrados y sea de fácil acceso. Un pensamiento más: considere
dejar que su hijo participe en la creación de sus consecuencias; a menudo son
mucho más duros que los que usted establecería. Muchas mamás me han dicho que
han tenido éxito en eliminar la contestación al hacer que su hijo repita una
frase con más respeto al menos diez veces. Por ejemplo, "Sí, claro" se repetirá usando el tono correcto que dice "Sí, lo haré, mamá".
Paso
4. Fomente el comportamiento respetuoso
Una
de las formas más sencillas de aumentar la frecuencia de un comportamiento es
reforzarlo cuando vemos que nuestro hijo lo hace bien. Los estudios han
demostrado, sin embargo, que la mayoría de las veces hacemos lo contrario: en
lugar de sorprender a nuestros hijos siendo respetuosos, les señalamos cuando
están actuando incorrectamente. Así que cada vez que vea o escuche a su hijo
practicando comportamientos respetuosos, reconózcalos y exprese su placer. Aquí
están algunos ejemplos:
"Danny, me gusta ese tono
respetuoso". "Jenny, gracias por escuchar tan cortésmente cuando
estaba hablando". "Esa es una linda voz, Kelly. Bien por recordar
cómo decir las palabras correctamente."
"Sé que estabas frustrado,
Tyler, pero no juraste esa vez. Es difícil cambiar un mal hábito, pero lo estás
intentando".
No comments:
Post a Comment